lunes, 24 de septiembre de 2012

Senderos del Alto Gállego


Adentrarse en el Valle de Tena es desfilar por un sin fin de postales de muy variados y ricos paisajes. Un paraíso escondido al norte de Aragón que traza el camino marcado desde Oliván hasta la frontera con Francia. El relieve dibujado por los gigantes del Pirineo, los embalses de Lanuza y Búbal o las riquezas gastronómicas que depara a los visitantes, son solo algunos de los atractivos que ofrece este rincón de nuestro país. 

Embalse de Lanuza

Sus gentes mantienen y respetan una arraigada vida en la montaña, siempre abierta y acogedora al visitante. Mas los tiempos cambian, y el Valle de Tena es un ejemplo paradigmático de ello. La transformación y adaptación a un modo de vida moderno ha llegado con el crecimiento y expansión del turismo invernal. Las estaciones de esquí de Panticosa y Formigal son puntales en su economía. Pero el buen tiempo da paso a un nuevo mundo dispuesto a ser descubierto.








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