El deporte suele dividirse en dos categorías: “los que viven de él” y “los que viven para él”. Miguel Ángel García Alfaro, director general de la FEDDF, es la piedra angular de este segundo grupo porque gracias a su empeño, a su labor constante, a sus años de dedicación dentro del deporte con discapacidad, muchas personas tienen los recursos, valentía y coraje suficientes como para iniciar un proceso de superación progresiva en la disciplina adecuada. Miguel Ángel García batalla junto al resto de su equipo para mejorar las condiciones de aquellos deportistas que conviven con una limitación física, niños, principiantes, profesionales o medallistas olímpicos que en algún momento han querido superar sus obstáculos, a veces barreras impuestas por la sociedad y no por el cuerpo, y han contado con el apoyo altruista de federaciones como la FEDDF o de clubes, asociaciones y demás organismos especializados.
El objetivo de Miguel Ángel Garcia es proporcionar a todos aquellos las herramientas adecuadas para llevar a cabo una actividad, a través de la educación y la concienciación, y ayudarles a que comprendan que no existe más diferencia con una persona que goza de plenas facultades que la forma de afrontar los retos. El director general de la FEDDF trabaja para que el concepto de “minusvalía” carezca de sentido para todos los deportistas con discapacidad física, porque una cosa es no disponer del cien por cien del funcionamiento del cuerpo y otra que eso te haga ser “menos válido”.
P.- La pasión por el deporte es algo que le viene de familia. ¿De qué manera influyó su padre, Ángel García Gómez, para que lo ayudara en el Club CLUMAM de Madrid?
Influyó y mucho, ya que desde pequeño el deporte era un hermano más en mi familia. Mi padre lo hizo desde su faceta de jugador de baloncesto, más tarde como entrenador de equipos de a pie y posteriormente desde los años 80 cuando llegamos al CLUMAM. Siempre ha estado activo viviendo y haciendo vivir el deporte.
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