Cuando un deportista de súper élite llega a los 40 ha conseguido
tantas proezas que genera dudas para presentarlo de la forma más
correcta: Fulanito, campeón del mundo; Fulanito, récord de su
disciplina; Fulanito, el mejor de su tiempo. Así, de esta guisa, se
produce una sucesión continua de tantas distinciones que no se sabe cuál
es la más apropiada ni la que mejor engloba la trayectoria completa del
mítico Fulanito.
Algo así ocurre con Patricia García Rodríguez aunque con un ligero matiz: sin ser “cuarentona” se ha convertido ya en una de esas figuras que acumulan demasiados logros como para dar con uno que la represente en su totalidad. A sus 22 años es jugadora profesional de rugby, primera extranjera junto a Maria Schiavon en el Waikato Rugby Union de Nueva Zelanda, internacional española, campeona del mundo en las disciplinas de Seven y XV, embajadora de Canterbury, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, emprendedora, luchadora, comprometida y la socia impulsora de una nueva tendencia llamada Rugbing.
Desde luego hay para elegir, pero sea bajo el nombre que sea es Patricia García Rodríguez, PGR, un auténtico referente no solo del rugby femenino sino del deporte en general… y al que hemos tenido el placer de entrevistar en Depormeet.
Algo así ocurre con Patricia García Rodríguez aunque con un ligero matiz: sin ser “cuarentona” se ha convertido ya en una de esas figuras que acumulan demasiados logros como para dar con uno que la represente en su totalidad. A sus 22 años es jugadora profesional de rugby, primera extranjera junto a Maria Schiavon en el Waikato Rugby Union de Nueva Zelanda, internacional española, campeona del mundo en las disciplinas de Seven y XV, embajadora de Canterbury, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, emprendedora, luchadora, comprometida y la socia impulsora de una nueva tendencia llamada Rugbing.
Desde luego hay para elegir, pero sea bajo el nombre que sea es Patricia García Rodríguez, PGR, un auténtico referente no solo del rugby femenino sino del deporte en general… y al que hemos tenido el placer de entrevistar en Depormeet.
Primero atletismo, luego fútbol y al final la suma… ¡rugby! Pero… ¿cómo fue su introducción al deporte?
Desde
muy pequeñita siempre he practicado diferentes deportes. Mis padres
querían que me involucrara con la música, las artes o el deporte, y me
decanté al final por este último. Y no solo como deportista activa sino
como algo vocacional, porque me interesaba también cualquier información
que lo rodeara. Por eso hice seis años atletismo y luego un par fútbol
en El Escorial, en el equipo de mi pueblo. Ahí fue cuando conocí a Irene
Schiavon, amiga y compañera de selección, y me indujo a probar el rugby
placándome en los entrenamientos. Me decidí a probarlo y me enamoré de
los valores, del ambiente y del deporte en sí.
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